En 1988 Volkswagen lanzó la primera California Westfalia aprovechando la producción de la tercera generación de Transporter y el éxito del movimiento hippie en todo el mundo.
Muchos asocian la historia de la Volkswagen California al lanzamiento del primer Transporter, un vehículo comercial ideado por Ben Pon, importador de Beetles en Estados Unidos, después de su visita a la factoría alemana en 1947. El holandés trabajó duro en el diseño y tras muchos altibajos en marzo de 1950 arrancó la producción del T1, un día clave para el sector de la automoción y del caravaning. Los aventureros de la época no tardaron en utilizar este furgón deb como base para sus camperizaciones pero la firma solo se encargaba de poner la primera piedra. El T1 se dejó de fabricar con 1.8 millones de unidades vendidas a sus espaldas y el movimiento hippie lo adoptó rápidamente (al T1 y al futuro T2) como parte de su familia relajada y vividora, sin prisas ni presiones, concediéndoles la etiqueta de icónicas e históricas. Fue entonces cuando Volkswagen vio el filón y empezó la producción oficial de la Volkswagen Transporter California.
En 1979 nace la actualización radical del Transporter, una tercera generación que deja atrás la silueta redondeada pero mantiene, por poco tiempo, el motor trasero de aire y la tracción a las ruedas posteriores. En 1981 lanzan el primer T3 con motor diésel refrigerado por agua y apenas dos años después aparece la variante premium Caravelle Carat, la base que todavía se fabrica y utiliza Westfalia para sus preparaciones. En 1990 los rivales empezaban a aparecer pero Volkswagen había sacado una pieza clave al tablero un par de años antes, la camper California presentada en 1988.
La finalización de la T3 supuso, a su vez, la aparición de un concepto nuevo creado directamente desde la marca junto con su colaborador más fiable, Westfalia. Es por ello que la trayectoria de vida fue corta pero vital, Volkswagen quería hacer frente a su rival directo: las preparaciones económicas de Joker.
El California Westfalia ofrecía un plus en seguridad y conducción dinámica pero sobre todo una colocación de los elementos que ha perdurado con el paso de los años. La cocina, los armarios y la cama junto con el techo “poptop” han evolucionado en cuanto a diseño, durabilidad e incluso han ganado espacio de carga pero su distribución sigue siendo la misma.
Aprovechar la base de un modelo comercial redujo drásticamente los costes de fabricación, un aspecto vital para competir con las autocaravanas inalcanzables de la época. Actualmente, su rango de precio (superior a los 60.000 euros) las sitúa en el sueño de muchos y el parking de pocos pero sigue siendo el mito de un estilo de vida alejado de los agobios y las obligaciones. Aquí podrás encontrar la prueba a fondo de una unidad Volkswagen California Ocean T6 y si no sabes decidirte, puedes leer o ver el comparativo que enfrenta el California y el Mercedes-Benz Marco Polo.
