Tras el paso del verano y el calor las baterías ven afectado su rendimiento, fundamental con la llegada del frío en invierno. Revisarlas es de vital importancia ante la demanda que les espera.
La ansiada bajada de temperaturas para los amantes de la montaña y el esquí está a la vuelta de la esquina. El invierno ha tardado en llegar pero no dudamos de su fiereza con nuestros automóviles, autocaravanas, campers y caravanas y por ello les recomendamos estar atentos al mantenimiento habitual de algunos elementos como las baterías, neumáticos, limpiaparabrisas etc. Hoy hablaremos de las primeras, que tras las tensiones que derivan del calor su rendimiento puede verse en un momento clave para su funcionamiento, la bajada de temperaturas. Según un estudio realizado por el B, las averías más comunes en los vehículos derivan de la batería. Un dato curioso que se puede solucionar con tan sólo una revisión previa antes de la creciente demanda de energía que conlleva la calefacción o el uso de los parabrisas.
Con la evolución de los vehículos y derivados la falta de batería para arrancar el coche se ha convertido en una anécdota pero sigue estando ahí y son más complicadas de “entender”. Con estas mejoras la vida de una batería depende en gran parte de su uso.
Las temperaturas extremas reducen su uso y por suerte España no es un territorio de tales contrastes así que el motivo principal suele ser largos estacionamientos.
Ante una complicación o si prefiere ser precavido Johnson Controls recomienda que se trate con cariño al corazón del coche, dejando en manos de especialistas el proceso de la revisión. De este modo evitaremos las posibles pérdidas de datos en las unidades de control, la merma de la fiabilidad de las funciones de confort como la calefacción, la avería del sistema Start Stop y algunos problemas más que pueden llegar con la manipulación incorrecta del sistema de cableado.