Probamos el Seat León e-Hybrid, que llegó al mercado con un motor de gasolina y otro eléctrico, y junto a un cambio automático DSG de seis velocidades, convirtiéndose en el primer modelo PHEV de Seat.
Que la electrificación está llegando a nuestras vidas para quedarse parece bastante claro. Y no hay mejor forma de reafirmarlo que uno de los modelos más populares de nuestro país, el modelo actual más icónico de Seat y el modelo más vendido durante el año pasado en España se presente por primera vez en versión híbrida enchufable. Como no podía ser de otra manera, estamos hablando del Seat León e-Hybrid.
El León e-Hybrid, que se convierte en el primer híbrido enchufable de Seat, monta un motor de gasolina 1.4 TSI, asociado a un propulsor eléctrico y un conjunto de baterías de iones de litio que, combinados, ofrecen un total de 204 CV de potencia y hasta 64 kilómetros de autonomía eléctrica. Ahora, hemos tenido la oportunidad de probarlo en versión Xcellence, y ya os adelantamos que nos ha gustado… Y mucho.
La cuarta generación del Seat León llama la atención de primeras. Es difícil que un coche consiga al mismo tiempo una imagen fresca y desenfada, a la vez que elegante y sofisticada, ya que, a simple vista, pueden parecer conceptos contrarios. Pero lo cierto es que una cosa no quita la otra. Y, para muestra, un botón. Basta con fijarse un segundo en el exterior del León para darse cuenta de ello. Aunque también es cierto que las unidades básicas, es decir, aquellas que no son versiones FR o Xcellence, sí que son algo menos llamativas.
Pocos cambios y mucho acierto
Por fuera, poca cosa cambia en el León e-Hybrid. De hecho, casi podemos afirmar que el único cambio significativo es la toma de carga, que encontramos sobre el paso de rueda delantero izquierdo. El capó es, en este caso, más alargado para mejorar la aerodinámica. Los faros LED delanteros están situados más atrás, los espejos retrovisores disponen de intermitentes LED y, en general, las líneas que lo dibujan son más suaves que en anteriores ocasiones.
Menos es más
Por dentro, descubrimos una mayor habitabilidad, consecuencia de la presencia de unas proporciones mejoradas. El espacio está mejor distribuido, cosa que notamos nada más entrar. Cuenta con una innovadora tecnología de iluminación, que incluye luz ambiental envolvente con funciones de seguridad, luz trasera infinita (coast-to-coast) con intermitentes dinámicos, faros LED de serie en toda la gama y luces de bienvenida que proyectan la palabra “hola!” en el suelo al abrir las puertas.
Podemos definir el interior del León e-Hybrid de muchas formas. Pero, sin duda, decir que es un interior recargado no es una de ellas. La simplicidad del salpicadero, sin botones físicos, y diseñado también con líneas suaves, provoca al conductor y a sus acompañantes una extraña sensación de calma y serenidad. En este caso, los elementos principales son la pantalla central de 25,4 centímetros del sistema de infoentretenimiento y el cuadro de mandos Digital Cockpit con pantalla personalizable de 26 centímetros.
La pantalla central incluye un sistema de reconocimiento de gestos, justificando, en mi opinión, la práctica ausencia de botones físicos. Quizás, el único comando físico que sí echo de menos en este León es uno que me permitiera cambiar el modo de conducción sin tener que recurrir de forma obligatoria al monitor central. Aunque entiendo que es cuestión de gustos, yo sí que prefiero tener esta opción en forma de botón físico.
Hemos dicho ya que el espacio interior está bien distribuido. Sin embargo, no podemos decir lo mismo del maletero, que reduce su capacidad en 110 litros en comparación con las versiones de gasolina y diésel. Y sí, estos más de cien litros menos se notan. Aunque entendemos que es la consecuencia inevitable de tener que colocar las baterías en algún lado del vehículo.
Para todos los gustos
El Seat León e-Hybrid combina un motor de gasolina 1.4 TSI de 150 CV (110 kW) y otro eléctrico de 115 CV (85 kW). Juntos ofrecen una potencia total combinada de nada menos que 204 CV (150 kW), con un par de 350 Nm. No está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que este León híbrido enchufable se ha convertido en la versión más potente, a la vez que eficiente, de Seat.
El conjunto de baterías de iones de litio de 13 kWh de capacidad que equipa ofrece al León una autonomía de hasta 64 kilómetros en ciclo WLTP en modo totalmente eléctrico. Y, según Seat, al combinar los dos motores, el de gasolina y el eléctrico, el León e-Hybrid puede llegar a ofrecer hasta 800 kilómetros de autonomía. Acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 7,5 segundos, y presenta un consumo combinado de 1,1 a 1,3 l/km y unas emisiones de CO2 de 25 a 30 g/km.
Con el objetivo de ofrecer el máximo rendimiento al conductor, siempre teniendo en cuenta sus necesidades específicas en cada momento, dispone de varios modos de conducción. El e-MODE, que funciona exclusivamente en modo eléctrico; el e-Hybrid, que funciona de manera híbrida combinando combustión y energía eléctrica; y el que funciona únicamente con el motor de combustión. Además, a estos modos específicos del sistema eléctrico, hay que sumar los habituales en el modelo. Es decir, el modo ECO, el Auto, el Sport y el Individual.
A la hora de la verdad, nos sorprende la comodidad y el confort. Pero no solo la que nos ofrecen los asientos, que también, sino la que nos envuelve nada más coger el volante. Al iniciar la marcha, también sentimos la tranquilidad que nos ofrece el hecho que esté bastante bien insonorizado, así como el propio ruido del vehículo –y no hablamos solo de cuando funciona en modo eléctrico–.
Esta versión híbrida enchufable del Seat León ya está disponible en nuestro país a partir de 31.960 euros. Seat admite pedidos tanto en sus concesionarios como en su web oficial.