Probamos la carrocería familiar del BMW Serie 3. Concretamente, la versión 330d xDrive, con un motor diésel de seis cilindros en línea y 235 CV de potencia máxima. Todo esto, unido a una nueva línea de diseño más atractiva que la de su generación anterior.
No hay tiempo que perder. Tras lanzar al mercado la séptima generación del Serie 3 el 9 de marzo del pasado año 2019, BMW no quiso esperar demasiado para presentar su carrocería familiar, conocida como Touring. En esta ocasión, el modelo luce un aspecto mucho más sugerente, y mucho más parecido a la también versión Touring del Serie 5. De hecho, su nuevo diseño, que gana en practicidad y en capacidad de carga, así como los detalles que incluye, ayuda a este Serie 3 a distinguirse del resto de vehículos de su misma categoría.
Las medidas del BMW Serie 3 330d Touring han aumentado respecto a la anterior generación a la que sustituye, creciendo 76 mm a lo largo (4.709 mm), 16 mm a lo ancho (1.827 mm) y 8 mm a lo alto (1.470 mm). La distancia entre ejes se ha ampliado hasta 41 mm, mientras que las vías también se han ensanchado significativamente –43 mm la delantera y 21 mm la trasera–. Factores que contribuyen de manera activa a una conducción más estable y por tanto más segura cuando circulamos con una caravana enganchada.
Además, para una mayor practicidad, si cabe, la capacidad del maletero también ha crecido hasta los 500 litros, que se convierten en 1.510 litros con los asientos posteriores plegados. Todo esto contribuye a que el nivel de confort que ya ofrecía la versión anterior se maximice.
Confort a medida
Las plazas delanteras, incluido el puesto de conducción, son iguales que las de la berlina. La diferencia la encontramos en la parte posterior del vehículo, donde los asientos laterales permiten una posición realmente confortable a los pasajeros de estatura media. El puesto central no goza de tanto espacio, ni de tanta comodidad, sobre todo debido a la gran anchura del túnel de transmisión.
Todo en el Serie 3 330d Touring contribuye a conferirle un carácter más dinámico, aunque sin afectar esa elegancia tan característica que la firma alemana imprime en todos sus modelos. Empezando por el frontal, que destaca por sus faros LED de serie en toda la gama. En la parte trasera, la novedad estética la encontramos en la luneta, que crece 20 mm. A priori, no es un cambio que llame mucho la atención. Sin embargo, cuando nos metemos dentro del habitáculo, estos 20 mm se traducen en una mayor luminosidad interior y una mejor visibilidad. Algo que siempre se agradece.
Completo en todos los sentidos
Este Serie 3, aunque deja varios elementos en la lista de opcionales, dispone de un equipamiento bastante completo. De nuestra unidad de pruebas, no tenemos quejas. El nuevo head-up display, más grande que antes, se integra en el campo de visión de la carretera a la perfección. No es el único elemento que crece, pues la pantalla de información, muy bien situada también para no tener que apartar la vista de la carretera, ha pasado de 2,7 a 5,7 pulgadas. Otro acierto –aunque éste depende más del propio gusto personal– lo encontramos en el volante deportivo de cuero, que en esta ocasión es completamente redondo.
Aunque más que por su equipamiento, destaca por la tecnología. El 330d va más sobrado en este aspecto, incluyendo calefacción en los asientos delanteros, control de crucero activo, control de distancia de aparcamiento delante y detrás, dispositivo manos libres con interfaz USB, luces autoadaptables y levas del cambio automático deportivo en el volante, entre otras muchas funcionalidades.
Más eficiencia
Aunque la gama ofrece varias versiones de motorización, nuestra unidad de pruebas dispone de un motor diésel de seis cilindros en línea, 2.993 cc, 265 CV y 580 Nm, capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos y sobrado para remolcar cualquier caravana de dos ejes. Cuenta con cambio Steptronic de ocho velocidades y con el inteligente sistema de tracción xDrive a las cuatro ruedas, que distribuye la tracción entre el eje delantero y trasero. Además, la suspensión es un poco más dura que en la anterior generación, especialmente en el tren delantero.
Para lo que es y lo que ofrece, concluimos que este Serie 3 presenta un nivel de consumo medio aceptable, que no ha superado los siete litros en recorrido mixto. Este buen consumo es aún más notable si lo comparamos con el que ofrecen las versiones gasolina de potencia similar de este Serie 3, que consumen entre dos y tres litros más. Aunque esto siempre dependerá de nuestro estilo de conducción, de si estamos atentos a la reacción del coche en cada momento o de si nos centramos en relajarnos y disfrutar al volante. Y confesamos que, en esta prueba, el 330d nos ha invitado a optar más por la segunda opción.
