Probamos los 300 CV de SUV que nos ofrece el Cupra Ateca, el primer modelo con el que la nueva marca independiente de Seat se presentó en 2018, y que puso de manifiesto ya desde el principio el acierto de la división.
La historia de la denominación Cupra viene de lejos. Concretamente, podemos situar su nacimiento en el año 1996, cuando hizo su primera aparición oficial. Sin embargo, como todos sabemos, la historia de Cupra como marca sí que es más reciente. Fue en 2018 cuando Seat decidió convertir el concepto Cupra en una marca independiente, cuya intención sería mantener el ADN de la marca, pero ofreciendo al cliente una imagen más elegante, así como una personalidad más deportiva.
Ahora, tras más de dos años de andadura, podemos decir con total seguridad que Cupra está consiguiendo sus objetivos con la ayuda del Formentor, del Ibiza, del León, de los futuros Tavascan y Terramar, y, como no podía ser de otra manera, de su primer lanzamiento como marca independiente, el Cupra Ateca, el modelo que hoy nos ocupa. Y qué mejor manera de presentarse al mundo que hacerlo sumándose al segmento de moda, es decir, al de los SUV.
Encontrando el equilibrio
La tarea no era fácil. Si bien es cierto que el desarrollo del coche no tuvo que realizarse desde cero, también es verdad que, existiendo el Seat Ateca, Cupra tenía trabajo que hacer para lograr diferenciarse de su homónimo. Ambos modelos tenían que encontrar su lugar en el mercado sin pisarse, ofreciendo cada uno de ellos unas características propias. Para ello, el Cupra Ateca cuenta con ciertos rasgos que ya empiezan a marcar esta diferencia en la imagen exterior. Tanto el logo –que consigue llamar bastante la atención– como los diferentes detalles en el color cobre corporativo que luce la marca nos permiten diferenciar un modelo del otro a simple vista.
Está claro que, a parte de estos detalles, el Cupra Ateca tenía que convencer al cliente con algo más. Y un muy buen argumento para dejarse enamorar por este modelo es su fantástico motor de gasolina TSI de cuatro cilindros turboalimentado, capaz de rendir 300 CV y 400 Nm de par, que se combina con la tracción integral 4Drive y con la caja DSG de 7 velocidades. La potencia que ofrece y la agilidad que demuestra hacen que la diversión al volante esté asegurada.
Llamativo y sofisticado
Cuando analizamos el exterior del Cupra Ateca, la primera zona a la que se nos van los ojos es la frontal, que resulta muy llamativo sobre todo a causa de sus enormes –y, personalmente, considero que muy atractivas– entradas de aire. Además, las letras que escriben ‘CUPRA’ en la parte de abajo le dan al modelo otro toque distintivo.
Los faros son seguramente los elementos que más nos recuerdan al Seat Ateca. Algo que sorprende bastante, sobre todo si tenemos en cuenta que todo parece indicar que la imagen exterior del coche se ha trabajado desde la perspectiva de intentar diferenciarse lo máximo posible del modelo de Seat. Sin embargo, ofrecen una buena iluminación preparada para cualquier situación en carretera. Las llantas de 19 pulgadas con las que cuenta consiguen reducir la altura del Cupra en comparación a la del Seat, lo que baja el centro de gravedad y ayuda a reducir el balanceo en las curvas. Estos elementos, sumados a los todos los detalles en color cobre, contribuyen a crear una sensación general de buen nivel de acabado.
Un interior a la altura
El interior del Cupra Ateca va en la misma línea que el exterior, a caballo entre el carácter deportivo que lo define y una imagen más elegante y sofisticada. Lo que tampoco se puede negar es que, por dentro, se parece bastante más al Seat que por fuera. Aunque los detalles nos siguen recordando que nos encontramos en un coche distinto.
El Cupra dispone de una pantalla de 8’’ con conectividad Full Link que da paso a las funciones del sistema Navi System Plus. También cuenta con un cargador inalámbrico para móviles, Digital Cockpit con pantalla de 10,25’’, cámara de 360º, y asientos calefactados con reglajes eléctricos –y con la palabra ‘CUPRA’ grabada sobre el respaldo y las costuras en color cobre correspondientes–.
Además, también incluye los últimos y más avanzados asistentes a la conducción como, por ejemplo, el control de descenso y de arranque en cuesta, el sistema de frenada de emergencia con capacidad para detectar peatones, el asistente de atascos, el aviso de salida involuntaria de carril, el detector de vehículos en el ángulo muerto, el control de velocidad de crucero adaptativo, la alerta de tráfico posterior, y el sensor de presión de ruedas, entre otros.
Un motor para todos los gustos
Teníamos muchas ganas de probar los 300 CV de potencia entre las 5.300 y las 6.500 rpm que ofrece el motor de gasolina TSI dos litros que monta este Ateca. Estas cifras, para un coche con un peso total de 1.615 kg, no están nada mal. De hecho, le dotan de una agilidad que hará que no te canses de conducirlo, incluso en los terrenos menos cómodos.
El motor ofrece una respuesta exacta y precisa, lo que también se traduce en una sensación general de conducción más que agradable. Eso sí, la capacidad de aceleración sorprende por ser realmente alta, así que ¡ojo con el acelerador!
Con todo lo expuesto, queda más que claro que el Cupra Ateca es una buena opción para engancharle una caravana. Obviamente, si ese es el caso, no podremos pisar demasiado el pedal del gas, pero potencia nos sobraría.