Probamos la versión híbrida enchufable del todocamino X2, que se suma a la creciente gama electrificada del Grupo BMW con un total de 220 CV, 385 Nm y hasta 53 kilómetros de autonomía eléctrica.
La gama electrificada de BMW va ganando peso dentro de la marca a marchas forzadas. De hecho, el Grupo BMW prevé contar con nada menos que 25 modelos de Mini y BMW electrificados en 2023, es decir, en tan solo un par de años. Este dato, entre otros, demuestra la importancia que el fabricante alemán da a la sostenibilidad y al cuidado del medio ambiente, apostando por un futuro cero emisiones. Y aquí, dentro de esta estrategia de electrificación de la marca, es donde encontramos el X2 xDrive25e, un híbrido enchufable que ofrece una potencia total de 220 CV, que resultan de la combinación entre un propulsor 1.5 gasolina biturbo de tres cilindros (125 CV) y un motor eléctrico síncrono adicional de 70 kW (95 CV).
Sin embargo, antes de ponernos al volante de este X2, nos preguntamos si esta versión enchufable del SUV coupé tiene sentido y si logrará encontrar su sitio en el mercado.
Sin grandes cambios
La imagen exterior del X2 híbrido enchufable es muy parecida a la de un X2 convencional, incluso podríamos decir que son casi idénticos. Una de las pocas diferencias significativas la encontramos en el paragolpes delantero, que ahora intenta ganar en eficiencia gracias a unas entradas de aire más grandes. Añade algunas molduras nuevas en color azul y, como cabía esperar, incorpora también la toma de carga que nos permitirá rellenar su batería, ubicada sobre la aleta delantera izquierda. Por lo demás, conserva los mismos faros full led, las mismas llantas de 17 pulgadas y los mismos –y reconocibles– riñones horizontales en su parte frontal.
En el interior del vehículo, la historia se repite. No somos capaces de distinguir demasiados cambios en comparación con un X2 estándar de combustión. De hecho, los cambios más notables tienen que ver todos con las funcionalidades relacionadas con el sistema híbrido enchufable. Estas nuevas opciones, que aparecen en el cuadro de mandos, nos permiten consultar carga de la batería, modificarla e, incluso, reservarla.
El espacio de conducción podría ser más amplio, sobre todo si tenemos en cuenta la naturaleza de SUV del vehículo. Las plazas traseras tampoco serán las más cómodas para aquellas personas que superen el 1,80 m de altura. Disponemos de 410 litros de maletero que, aunque se haya visto reducido a causa de la incorporación de la batería bajo los asientos traseros, es suficiente para un uso convencional.
La mayoría de las ayudas a la conducción y las funciones automatizadas que incluye forman parte del equipamiento opcional, cosa que eleva el precio final. Entre estos sistemas de seguridad, encontramos algunos como el programador de velocidad activo con control de la dirección durante atascos, la frenada de emergencia con detección de peatones y vehículos, el aviso de cambio de carril involuntario, el lector de señales de tráfico, el cambio de luces automático, el asistente de aparcamiento y la cámara de visión trasera, entre otros.
Etiqueta Cero Emisiones
El todocamino disfruta de la etiqueta 0 de la Dirección General de Tráfico (DGT) y, como consecuencia, de todas las ventajas asociadas, gracias a su motor eléctrico y a la batería que integra de iones de litio con 10 kWh de capacidad. Esta batería consigue otorgarle una autonomía eléctrica de hasta 55 kilómetros.
En cuanto a los tiempos de carga, podemos recargar la batería por completo en, aproximadamente, cinco horas. El 80% de su capacidad total lo podemos conseguir en poco más de tres horas y media. Con el BMW i Wallbox, podemos recargarla completamente en menos de tres horas y media, y el 80% lo alcanzaríamos a las dos horas y media.
Este motor, junto con el de gasolina, logra acelerar el X2 de 0 a 100 en 6,9 segundos; mientras que la velocidad máxima es de 195 km/h, limitada para optimizar el consumo. Según el ciclo WLTP, este X2 xDrive25e gasta 1,7 litros de gasolina cada 100 kilómetros que, a la hora de la verdad, acaba subiendo un poco más.
Los híbridos enchufables de BMW no permiten remolcar caravanas. Así que, por el momento, no es una opción a tener en cuenta para los que quieren engancharla. Esperemos que muy pronto se sumen a los todavía pocos modelos electrificados que permiten remolcar.
¡En marcha!
Dejando de lado la parte más estética del vehículo, y sin más dilación, nos sentamos al volante de nuestra unidad de pruebas. La primera sensación que experimentamos al arrancarlo es de silencio absoluto, como no podía ser de otra manera debido al motor eléctrico.
Una vez empezamos a rodar, nos damos cuenta de que este X2 funciona perfectamente en un entorno urbano, que es donde ahora nos encontramos. Incluso con su modo más eficiente activado, el Eco Pro, consigue convencernos con una buena aceleración, además de la comodidad que ya presuponíamos. Las suspensiones también ayudan a mejorar este último punto.
Ficha técnica del BMW X2 xDrive25e
A continuación, probamos los modos Comfort y Sport. Con este último, el X2 deja atrás todas sus condiciones eco para hacernos vibrar un poco más. Si bien es cierto que no es el modelo con el que más vayamos a notar la diferencia que nos ofrecen los distintos modos de conducción, también es verdad que nos ha sorprendido la potencia y el empuje que le ha sumado este modo más deportivo.
El BMW X2 xDrive25e está disponible a partir de 48.700 euros con el acabado base, lo que supone 900 euros más que su hermano –casi gemelo– X1 xDrive25e
